Fotografía de Don McCullin - ‘Snowy, Cambridge, early 1970s’

lunes, 23 de julio de 2007

Tess (de los D'Urbervilles)




Otro sueño de juventud. Esta vez mío y compartido, supongo, con algunos varios miles.

Conocí a Nastassja Kinski en “Tess”, de Roman Polanski. Me dejó tan seducido que, siendo un sentimental adolescente, no recuerdo cuántas veces llegué a ver la película. Varias, siempre a primera hora de la tarde y con la incómoda sensación de que la taquillera pensaba que ya estaba aquél otra vez allí. Me cuesta encontrar una buena postura en los cines, por la altura y mi preocupación por no molestar al de atrás. Pero en aquellas tempranísimas sesiones de cine apenas había nadie y así era más fácil. Aunque no habría importado si hubiera sido de otro modo. Siguiendo embobado aquella larga y dramática historia y a su bellísima heroína, ni sabría que tenía espalda.

Me impongo dos tareas: intentar mezclar música con fotografías de Nastassja y empezar a hacer una lista con todas aquellas películas que vi demasiadas veces seguidas. No sé cuándo encontraré tiempo para lo primero –para hacerlo y aprender antes a hacerlo, vaya. Espero no ser tan torpe como lo era con las manualidades. Porque es oír la desusada palabra “pretecnología” y se me aparecen la afilada cara de doña Ernestina y los rizos de su cabeza, y un sudor frío me cae por la espalda. Traumas que nos deja el dichoso empeño educativo de intentar sacar al artesano que algunos no llevamos dentro.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ja, ja, "pretecnología", qué bueno...

Qué post tan nostálgico; el cine, la guapísima Nastassia... Tendré que ver la peli, supongo.

Ahá, así que usted es alto. Ya lo imaginaba pero ahora voy visualizándole con más detalle. ¡Qué atractivo es usted, querido amigo!

Lenny Zelig dijo...

¡Y qué bien me conoce usted!

Anónimo dijo...

Sí, me parece usted de lo más atractivo. No me dejo abrumar por la belleza física, pero sí por la personalidad interesante y cautivadora. Si me pillase usted varios años atrás, posiblemente me hubiera enamorado de su inteligencia y su sentido del humor, además de esa altura de cuerpo, claro...

Pffff, ¡que me salgo de mi papel, por favor!

Lenny Zelig dijo...

Es usted adorable y punto.

Y brindo por nuestra amistad electrónica (tremendo trago de champán).

Fdo.: su fiel y seguro Kbit.

Anónimo dijo...

Chin-chin, amigo.

¡Bonita corbata!