Pensé que lo había destruido hace tiempo. Me sorprendió reconocerlo allí arriba, asomando en la estantería colocada encima de la ventana del viejo cuarto de J. y mío. Tengo la impresión de que antes no estaba allí, lo que refuerza la sospecha de que ha sido examinado recientemente por alguno de mis padres. La idea no me incomoda. Parece que con el tiempo disminuye el pudor, el valor de lo íntimo.
Lo cogí impulsado por la curiosidad por mí mismo y por la necesidad de preservarme. Es tentador recuperar un rastro tan directo de hace más de veinte años. Autopaleoantropología, aproximadamente. Lo traje a casa y lo escondí. Se ve que pese a todo, lo íntimo es siempre íntimo. Y ayer empecé a leerlo, despacio.
No he podido evitar una sonrisa amarga al recordar mis tribulaciones por Rocío durante los primeros años de facultad. Y me alegro de no guardar en la memoria el contenido de las páginas que arranqué en octubre de 1984 por temor a que alguien pudiera asociarme con ellas.
Ya lo he concluido y voy a romper lo que queda de él. Es un documento decepcionante. Un cansino relato de subidas al cielo y bajadas al infierno en un viaje emocional que sólo podía tener un final, y un espejo en el que puedo verme reflejado demasiado bien.
Lo cogí impulsado por la curiosidad por mí mismo y por la necesidad de preservarme. Es tentador recuperar un rastro tan directo de hace más de veinte años. Autopaleoantropología, aproximadamente. Lo traje a casa y lo escondí. Se ve que pese a todo, lo íntimo es siempre íntimo. Y ayer empecé a leerlo, despacio.
No he podido evitar una sonrisa amarga al recordar mis tribulaciones por Rocío durante los primeros años de facultad. Y me alegro de no guardar en la memoria el contenido de las páginas que arranqué en octubre de 1984 por temor a que alguien pudiera asociarme con ellas.
Ya lo he concluido y voy a romper lo que queda de él. Es un documento decepcionante. Un cansino relato de subidas al cielo y bajadas al infierno en un viaje emocional que sólo podía tener un final, y un espejo en el que puedo verme reflejado demasiado bien.
-Lamento que así fueran las cosas, Miguel. Pero si te soy sincero, es que no quiero ni saberlo.