Fotografía de Don McCullin - ‘Snowy, Cambridge, early 1970s’

jueves, 27 de marzo de 2008

Vecchio diario

Pensé que lo había destruido hace tiempo. Me sorprendió reconocerlo allí arriba, asomando en la estantería colocada encima de la ventana del viejo cuarto de J. y mío. Tengo la impresión de que antes no estaba allí, lo que refuerza la sospecha de que ha sido examinado recientemente por alguno de mis padres. La idea no me incomoda. Parece que con el tiempo disminuye el pudor, el valor de lo íntimo.

Lo cogí impulsado por la curiosidad por mí mismo y por la necesidad de preservarme. Es tentador recuperar un rastro tan directo de hace más de veinte años. Autopaleoantropología, aproximadamente. Lo traje a casa y lo escondí. Se ve que pese a todo, lo íntimo es siempre íntimo. Y ayer empecé a leerlo, despacio.

No he podido evitar una sonrisa amarga al recordar mis tribulaciones por Rocío durante los primeros años de facultad. Y me alegro de no guardar en la memoria el contenido de las páginas que arranqué en octubre de 1984 por temor a que alguien pudiera asociarme con ellas.

Ya lo he concluido y voy a romper lo que queda de él. Es un documento decepcionante. Un cansino relato de subidas al cielo y bajadas al infierno en un viaje emocional que sólo podía tener un final, y un espejo en el que puedo verme reflejado demasiado bien.





-Lamento que así fueran las cosas, Miguel. Pero si te soy sincero, es que no quiero ni saberlo.

12 comentarios:

Daniel Hermosel Murcia dijo...

Es lo que tienen estas cosas que solo se acuerda uno cuando truena o brilla el sol. Me hace gracia que la página expuesta corresponda a la de mi 7º cumpleaños, casi un mes antes de que naciera mi hermana. Que cosas, tú diario también me sirve para activar recuerdos...

Nury dijo...

No sé si tú veías "Doctor en Alaska" En un capítulo, Maggie encuentra un diario que había escrito a los 15 años. En el capítulo se habla del choque entre lo que esperaba la Maggie adolescente de su vida cuando tuviera 30 años, y la vida real de la Maggie de 30. Me lo ha recordado tu entrada.

¡Gensantísima! ¡Qué grande eres! "If I were a rich man" de música en el blog, ¡muy bueno! Aunque debo admitir que esperaba más de "El violinista en el tejado"

Anónimo dijo...

Pero, ¿de verdad...? nooooo...

Voy a leer el post otra vez. Por cierto, esa letra es de persona con una personalísima personalidad.

Lenny Zelig dijo...

Daniel: J.J. Benítez habría encontrado el verdadero significado de la coincidencia. Lo dejaremos en casualidad.

Nury: en mi diario no había expectativas, sólo una aburrida historia de un evidente callejón sin salida. Y tengo pendiente de volver a ver "El violinista...". Sí, tengo la intuición de que ha envejecido mal.

Aviadora: es la letra de una persona con problemas de personalidad, con necesidad de llamar la atención. No creo haber cambiado mucho, pero ya mi letra es distinta.

Anónimo dijo...

"Subidas al cielo y bajadas al infierno en un viaje emocional"... ¡Ajá!, así que usted también fue un aviador de los sentimientos. Me consuela comprobar que es posible cambiar con los años y encontrar la estabilidad (por todo lo que dice y por la manera de decirlo, yo le imagino a usted como alguien muy tranquilo y reflexivo, que fuma en pipa mientras lee el periódico frente a la chimenea, ja ja). Bueno, mejor no fume. eh.

Su antigua letra corresponde a un auténtico kamikace, desde luego. La letra es el espejo del alma. Yo lo sé por mi alumnos, ^^


Disfrute la jornada del sábado. B

Nootka dijo...

Es extraño reencontrarse con la persona que fuiste y que ya no eres, y a veces llego a ser demasiado autocrítica. Incluso injusta.

Lenny Zelig dijo...

Aviadora: ¡Leches, se me han quemado otra vez las pantuflas! Pues sí, ¡banzai! era mi grito de entonces. "Era" porque hace tiempo que dejé de practicar el picado. Como que ya sólo piloto una barquita de remos en el estanque.

Nootka: bien, a veces conviene despellejarse un poco. Hay que mudar de piel para seguir creciendo.

Tengan feliz sábado primaveral.

Nury dijo...

De Juno se habló demasiado, así que no me sorprende nada. De "Astérix" bueno, todo lo que se hable sobra.

"El violinista...", en mi opinión, es una película justamente recordada por la famosa canción, pero nada más. Hay otras películas que han tenido peor suerte, y han envejecido peor. Recordemos los casos de "Brigadoon" y "Retrato para Jenny", por ejemplo. Fantásticas ambas en su estilo, pero ¿quién se acuerda de ellas?

Lenny Zelig dijo...

¿Que quién se acuerda? Yo no, pero eso realmente no significa nada importante porque soy un completo ignorante que apenas ve cine y prácticamente nada lee de él. Pero sí quiero dar mi opinión sobre los musicales en general (salvo excepciones): y es que si alguien tiene que contarme algo, casi agradezco que no lo haga cantando. Llevo bastante mal eso de: "Buenos días. A propósito... la-la-la-la (mientras el personaje abre los brazos y mira al cielo)".

Daniel Hermosel Murcia dijo...

jajaja, es que los musicales son tan subrealistas, aunque algunos están bien, encajan las canciones de forma más o menos "logica" como en Bailando en la Oscuridad, donde las canciones son los pensamientos de Björk. Aparte de ser un dramón.

Lenny Zelig dijo...

Pues qué bien, otra que tampoco me suena.

Daniel Hermosel Murcia dijo...

Uis pues a mí me gustó mucho, pero puede ser un poco... Es una tragedia con canciones de Björk de Lars Von Triars.