Fotografía de Don McCullin - ‘Snowy, Cambridge, early 1970s’

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Camisetas


Unas venerables personas mostrando las camisetas con las que quieren que sus niños jueguen al fútbol los fines de semana. Se percibe orgullo por los colores del club.

Trato de verlo del modo más racional posible. Me pongo en su lugar y comprendo su frustración cuando llega la Eurocopa. "Una Nació, Una Selecció".

Seré breve porque no quiero dedicarle más tiempo del indispensable al nacionalismo. Pero me he prometido a mí mismo no pasarlo por alto. "Una Nació, una Selecció". O lo que es lo mismo, "una camiseta por cada tres o cuatro gilipollas con sentimiento de pertenencia a un grupo de tres o cuatro". No se dan cuenta de que eso es lo que dice realmente el lema. Seguro que por eso ahí siguen posando, encantados.

Se lo digo con afecto, Señorías.

9 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lenny Zelig dijo...

Sí, Helena "nos" encanta y me figuro que no somos los únicos.

Va bene, intentaré subirle la cancioncilla. Los resultados, como siempre, ya sabe, no están garantizados.

Venga esa amistad de otoño.

Anónimo dijo...

¡Pero qué acertadísima definición del nacionalismo, ja!
Yo no tengo una opinión formada sobre el asunto -pues al igual que usted no le dedicaría más tiempo de reflexión que el mínimamente necesario-. Sólo creo que el sentimiento nacionalista está relacionado con los problemas de autoestima. Y mal que nos pese, eso no se cura con terapia psicológica.

Pasando a temas más interesantes, le cuento que investigué con pasión sobre Helena Noguerra ¡y me encanta!(ahora es cuando nos derretimos, óle).
Le pedí a DJ´Crow que subiera a mi podcast esa canción tan bonita de "Jeux d´amour"(¡PORQUE YO NO SÉ UTILIZARLO!) pero creo que su programa no la encontró. ¿Puedo pedirle el favor de que me la suba usted mañana, cuando tenga un minuto? Gracias, gracias, Miguel, es usted un sol.

Y ya de paso aprovecho para decirle que nuestra amistad no puede ser sólo de verano. Le tengo demasiado afecto; le partiría usted el corazón a esta desconocida. De verdad le digo, M.


______________

Qué bien suena la canción, ma dan ganas de sacar a bailar a todas las chicas que saben francés.

LO DICHO, ES USTED UN SOL, DE VERANO Y DE OTOÑO.

Anónimo dijo...

Y lo peor es que, de fijo, la mayoría de los piden su selecció son poco menos que conversos...

my blue eye dijo...

Francamente, he llegado a la conclusión de que los nacionalistas son unos pesaos. Y no es broma.

Lenny Zelig dijo...

Daniel: sí, el nacionalismo es un credo delirante al que se llega por tortuosos caminos. A veces es necesario para sustituir otro credo que se abandona, dando lugar a penosas vocaciones tardías. Otras veces infecta de manera furibunda al recién llegado, todo un síntoma de falta de verdadera hospitalidad del lugar de acogida. Los conversos sólo proliferan donde no hay libertad religiosa.

My Blue Eye: tremendamente cansinos, ya lo creo, siempre con la misma matraca. Pero he llegado a la conclusión de que es necesario dedicarles el mínimo tiempo preciso para recordar (me-les) que son grotescos e impresentables. Sin la menor complacencia con la superchería y la sinrazón que representan.

my blue eye dijo...

Estoy de acuerdo y agradezco la precisión de su entrada.

Le informo de que ha sido agraciado con un premio en mi blog, aunque me dé cierta vergüenza decirlo.

Jose dijo...

Pero todos los nacionalismos eh... Todos y cada uno de ellos, el catalán, el vasco, el gallego, el español, el estadounidense, todos... Muy pesaditos, si.

Lenny Zelig dijo...

José: hay mucha irracionalidad y locura, y desde luego muy dispersa por el planeta. Pero me obliga a precisar a qué me refería concretamente. Vivo en mi calle, tengo la nacionalidad española y soy un ser humano. Son simples hechos de los que no me siento especialmente orgulloso. Es más, de mi condición de humano a veces me siento particularmente avergonzado. Ahora supongamos que me importara aclarar que vivo en un número impar de la calle y que no quisiera que me confundieran con los que viven en los números pares, al otro lado. O que me importara dejar claro que nada tengo que ver con los portugueses, con los franceses o con los marroquíes, esos vecinos que están muy bien donde están. O que me pareciera que la naturaleza es muy bonita y tal, pero pensara que el humano es un prodigio natural incomparablemente mejor que cualquier otro bichejo o planta. Pues estaría trazando líneas, buscando diferencias, haciendo exclusiones, asignándome cualidades superiores. Sería un gilipollas y es a ello a lo que me refiero.