Vuelvo brevemente a la política de la mano de la nación, ese tema tan recurrente.
La escena me surgiere dos cosas.
1.- La política ofrece buenas oportunidades de jugar a los disfraces. Rajoy quiso disfrazarse por un momento de presidente de una república que no existe o de jefe del gobierno, ese papel que parece resistírsele. Tuvo la suerte de poder hacer casi realidad sus sueños.
2.- Me quedan resonando en la cabeza varias palabras: nación, orgullo, símbolo, corazón, cabeza alta, sentimiento. Prefiero resumirlo: orgullo patriótico. Un concepto que se mueve entre lo inocuo y lo peligrosísimo, y por ello siempre innecesario y desaconsejable.
No puedo evitar volver siempre a lo mismo. Camino con la cabeza agachada porque creo que así se piensa mejor y se ve en realidad más lejos. Prescindo de los símbolos, salvo los matemáticos o los químicos. Sobre lo que nos une me interesan los rasgos humanos comunes y universales, poco o nada los artificios territoriales. Y cierro los ojos y me imagino cómo sería un mundo sin patrias ni orgullos nacionales. Nadie en su sano juicio y con mínimas nociones de Historia podría negarlo: sería incomparablemente mejor.
También voy a disfrazarme. Concretamente de Rajoy disfrazándose de presidente del gobierno. De esa guisa me despediría diciendo: “Feliz día del apátrida o, si lo prefieren, feliz patria interior porque no debe haber otra”. (Sonrío plácidamente al escuchar al fondo el grito desesperado del jefe de campaña:"¡Corten! ¡Corten! ¡¿Se ha vuelto loco?!").
Y ya sin disfraz lo digo: ¡feliz viernes festivo, qué carajo! Que cada cual lo disfrute a su modo.
La escena me surgiere dos cosas.
1.- La política ofrece buenas oportunidades de jugar a los disfraces. Rajoy quiso disfrazarse por un momento de presidente de una república que no existe o de jefe del gobierno, ese papel que parece resistírsele. Tuvo la suerte de poder hacer casi realidad sus sueños.
2.- Me quedan resonando en la cabeza varias palabras: nación, orgullo, símbolo, corazón, cabeza alta, sentimiento. Prefiero resumirlo: orgullo patriótico. Un concepto que se mueve entre lo inocuo y lo peligrosísimo, y por ello siempre innecesario y desaconsejable.
No puedo evitar volver siempre a lo mismo. Camino con la cabeza agachada porque creo que así se piensa mejor y se ve en realidad más lejos. Prescindo de los símbolos, salvo los matemáticos o los químicos. Sobre lo que nos une me interesan los rasgos humanos comunes y universales, poco o nada los artificios territoriales. Y cierro los ojos y me imagino cómo sería un mundo sin patrias ni orgullos nacionales. Nadie en su sano juicio y con mínimas nociones de Historia podría negarlo: sería incomparablemente mejor.
También voy a disfrazarme. Concretamente de Rajoy disfrazándose de presidente del gobierno. De esa guisa me despediría diciendo: “Feliz día del apátrida o, si lo prefieren, feliz patria interior porque no debe haber otra”. (Sonrío plácidamente al escuchar al fondo el grito desesperado del jefe de campaña:"¡Corten! ¡Corten! ¡¿Se ha vuelto loco?!").
Y ya sin disfraz lo digo: ¡feliz viernes festivo, qué carajo! Que cada cual lo disfrute a su modo.
10 comentarios:
"Que los españoles manifestemos lo que sentimos por España...", sugiere el colega, ¡auch!. Este tipo de gente es un peligro público; en serio que a veces me da miedo la prepotencia de "nuestros representantes", y eso, también su incultura en cuanto a nociones de Historia.
Pues en un día como hoy, y escuchando palabras como ésas, a mí sólo me sale manifestar mi vergüenza y caminar con la "cabeza agachada" como bien dice usted, Miguel. Yo me apunto a celebrar el Día del Ápatrida con diversión y buen rollo, pero nada de quemar fotocopias de la foto de nadie, que se ponen muy nerviosos y se tambalea el concepto de "nación".
Me encantó el vídeo, oiga. Me he echa´o unas buenas risas yo sola. Un beso.
Me he fijado en el gesto de Rajoy porque creo que se le puede y se le debe exigir uno diferente. De unos tipos que no saben lo que es la libertad y la democracia y se divierten quemando una imagen, no me tomo la molestia de esperar nada. (Fíjese en el parecido con una escena en Karachi vista muchas veces en el telediario, protagonizada por otra subespecie de fanáticos).
Pero me subleva que en nombre de la seriedad y el sentido común se quiera defender una simple tradición irracional. Porque nada más que eso es el patriotismo. El mensaje de Rajoy no se justifica ni como reacción. No tiene sentido limitar los naturales lazos humanos a una determinada pertenencia administrativa. No hay que restringirlos estúpidamente, como hacen los nacionalismos periféricos, sino expandirlos sin límite. Me sigo reafirmando en el pensamiento racional y la compasión (o empatía o consideración de cualquier otro como un humano igual que nosotros) como condiciones necesarias del progreso de nuestra especie. Desde esa perspectiva, el mensaje patriótico de Rajoy me parece la repetición de un viejo sinsentido que enlaza con un primitivo gregarismo.
Desde mi pequeña patria sin fronteras le deseo un feliz largo fin de semana, Aviadora.
Tiene usted razón en todo lo que dice, Miguel. Hoy aún he continuado pensando en sus palabras y me ha asaltado una duda: ¿los nacionalistas no tienen un vida cotidiana? pregunto si no tienen hijos y pareja, si no van a trabajar, si no se enamoran, si no sufren, si no acuden a la revisión del dentista, si no hacen deporte por las tardes...
Porque a mí esas cuestiones tan "nimias" pero tan vitales ya me ocupan todos los pensamientos, sentimientos y esfuerzos del día. No entiendo cómo hay gente que se preocupa por la "independencia", "la bandera", "el concepto de nación" de un país entero, cuando se tiene un hijo al que hay que llevar al parque para que juegue con otros niños, por ejemplo.
SOLICITO UNA RESPUESTA, A QUIEN PUEDA DÁRMELA, POR FAVOR.
Me encantó lo de su "pequeña patria sin fronteras", Miguel. Da para titular un post. Disfrute de la tarde.
El nacionalista siempre encuentra algún buen momento para pensar en el clan porque esos pensamientos le reconfortan, le ayudan a superar la natural sensación de fragilidad como simple individuo. Como la religión, el nacionalismo juega con ventaja: se sirve de nuestro miedo a ser tan solo nosotros mismos.
En fin, el nacionalismo termina siendo una muestra de debilidad humana pésimamente afrontada. Y para cuando se toma ese camino equivocado hay algo tan importante como nuestros hijos: nuestros hermanos en la tribu.
No sea muy dura con los exámenes. Sólo un poco.
El Rajoy pena me da. Aunque tal vez debería darme miedo.
Yo, al contrario que ustedes, creo que hay un sentimiento patriótico sano, sentirse heredero de una cultura, parte de una comunidad con la que te sientes identificado, orgulloso de tu tierra (bueno, de las cosas buenas de la tierra: Lorca, el vino tinto, Velázquez, la sonoridad de las eses en el español, el pulpo a la gallega, Balenciaga) ... pero no tiene porque implicar enfrentamiento a los que no son como uno, ni desprecio. Y Rajoy quiere fomentar enfretamientos, y crear enemigos imaginarios que amenazan la felicidad de los españoles. Esta linea de actuación del PP es absolutamente mezquina e irresponsable. Me dijeron hace tiempo que utiliza los mismos métodos de batasuna: el uso de la bandera, hacer que la gente se sienta amenazada... No sé como los votantes del PP no le piden a la cúpula de su partido que se vaya, porque les está dejando en ridículo.
Reconozco que sólo me siento ciudadano del mundo y tan ajeno (o próximo) al pulpo a la gallega como a una pizza cuatro quesos: incapaz de preparar ninguno de los dos platos e igual de dispuesto a disfrutar de ambos. Es mi perspectiva y no puedo evitarla, pero no pretendo imponerla ni me impide tomar partido por mis compatriotas en cualquiera de los muchos deportes que me gustan. Hasta me disgusto un ratito si pierden. Pero no puedo tomarlo sino como un juego y como el humano placer de participar en su incertidumbre, tomando partido y compartiendo la suerte de un bando. Acabado el simple juego, eso sí, cada cual a su casa.
En cuanto a Rajoy, coincido en que su mensaje, bajo el pretexto de una llamada a todos, encierra un claro enfrentamiento electoral con un llamamiento a los corazones y las vísceras que se aleja de la cabeza y, por tanto, me disgusta. Pero discrepo de cualquier intento de asimilación de fondo entre la rancia cúpula actual del PP y el nacionalismo vasco radical y violento (de similar alcance a la identidad entre PSOE y ETA que algunos vocean). Creo que hay muchos errores en todo el panorama político actual, pero sigo viendo claro dónde está el error absoluto.
En fin, Nootka, sí parece que los dirigentes del PP trabajan para su electorado seguro y más recalcitrante. No soy politólogo, pero diría que es un grave error estratégico que sólo parecen dispuestos a corregir si vuelven a perder.
(Vaya un rollo que he soltado y eso que el tema político me da cada vez más pereza. Pues anda que si no...)
Vaya, los dejo solos unos días y se me ponen de un intenso... Yo me quedé en mi cueva, haciendo clan con mis viejas películas, mis nuevas canciones, mis libros y mis eventuales juegos, con alguna llamada de teléfono por eso de mantener (las) relaciones y dándome una paliza de plancha para tener listas las banderas del día a día a la hora del curre. Patria ni chica ni grande, uno es así de descastao, total pa' cuatro días y mejor no dejar nada para después, que lo mismo después no hay nada. Y no es broma, el apocalipsis se acerca, + info el miércoles (¡toma publicidad subliminal! jeje)
Chic@s no se preocupen por estos temas y no se dejen distraer, que no son más que debates-cortina-de-humo, mientras sube el gas, la gasolina, y la gente sigue peleándose por un minipiso de protección oficial.
È vero, Daniel, lleva razón.
Las autoridades de la Bloggalaxia ponen en su conocimiento que si no postea usted con más asiduidad, se le abrirá un expediente sancionador y se le retirará el carnet de bloguero, con todo lo que eso conlleva.
"No nos mires, únete".
Publicar un comentario