Fotografía de Don McCullin - ‘Snowy, Cambridge, early 1970s’

lunes, 14 de diciembre de 2009

Homo ridens

Hay que reírse más, seguro. No porque no haya asuntos que deban afrontarse con seriedad, que los hay, ay, sino porque la vida, en general, padece de un insufrible exceso de seriedad. La histórica proporción entre risa y gravedad no es sostenible y debe invertirse. No es una cuestión de placer, o no solo, es un imperativo racional, un efecto necesario de una mayor consciencia. Y hay que reírse de todo, porque tan inconveniente es reírse poco como reírse siempre de lo mismo. Ése es otro de los rumbos que considero correctos y lo dejo marcado en mi bitácora. Hecho.

Establecido el principio, viene su aplicación. Francamente, esto me ha hecho mucha gracia:



Vengo observando que mi apreciado (sinceramente, sin ironía) Herman Tertsch ha perdido el sentido de la medida y va de cabeza, aceleradamente y sin retorno (cosas de la física y las pendientes), al mismísimo despiporre. Lo lamento y en esto también soy sincero. Pero si decide asumir el tentador papel de rambo-de-salón, se merece una parodia inmisericorde. Y creo que debiera reírse de ella, aunque veo que no hay manera, en esto tampoco.

Acudo al hospital a visitar al convaleciente y a desearle (también sinceramente) una rápida recuperación de sus lesiones.



-"Los avatares que me han traído aquí son suficientemente conocidos", me dice al poco un Tertsch que no recuerda ningún detalle esclarecedor de la agresión que ha sufrido. Pese a la extraña paradoja, recobro el ánimo al comprobar que sigue en forma, porque le hablo del tiempo y me interrumpe, enérgico:
-"No hay ni un solo campo social, económico y político en nuestra vida nacional que no se haya visto deteriorado, cuando no demolido, por el mayor destructor de instituciones y generador de pobreza que ha habido en tiempos de paz en Europa en muchas generaciones".

Pienso que Zapatero no tiene la capacidad necesaria para estar a la altura de su difícil cargo (también desconozco quién sí), y sostengo que es un lastre político que resta más que aporta, pero ignoraba que el asunto tuviera tales proporciones históricas y planetarias. También desconozco si Terstch considera que las televisiones públicas entran en la categoría de "instituciones" y si andaba pensando en el contraste entre Telemadrid y TVE.

Salgo apesadumbrado de la habitación. Tertsch curará sus heridas y espero que lo haga pronto, que la agresión se esclarezca y su responsable sea juzgado. Pero me temo que el paciente va a seguir ciscándose en la mesura con total seriedad y durante el resto de su existencia. Un mal crónico, degenerativo y altamente contagioso. Endémica pandemia.

4 comentarios:

una cainista dijo...

Jöer, pues sí que me he reído. No conocía al periodista, pero ya me he quedado con su cara. Me encantó eso de "la siembra del cainismo y el revanchismo sembrados por el gobierno". Me encanta cuando la retórica tira de palabras tan bíblicas como "cainismo", ay.
Bueno, sinceramente no me alegro de que a este señor le partieran las costillas, pero de lo de Berlusconi, pues sí. Cuánto cainimo, canallismo y cannabismo hay por el mundo, que diría mi abuela.

Un besino, Miguel, con la nariz congelada de frío.

Di Blasino dijo...

No, por favor, no deje prejuzgado al periodista. Le aseguro que Tertsch tiene muchas opiniones que usted o yo compartimos totalmente. Otras, no, pero no importa y hasta es deseable. Es solo que va perdiendo el tono y, cada vez más frecuentemente, la pinza, viendo en la realidad algunos monstruos creados en su mente como en un "delírium trémens".
Y no, no me alegra la violencia, absolutamente ninguna, la deploro sin más, y menos aún si cabe en Italia, de donde partí, ya sabe.

Un poquito de por favor. Es mi deseo para las disputas políticas del próximo año.
Y para usted, mucha pero mucha felicidad. Garantizada.

avi dijo...

Ja, ja, qué gracioso lo del servicio de habitaciones, me encantó ^_^ (y a Truenito más), ja ja...

___

Naaaaaaa, de verdad que no lo prejugo por sus opiniones (no lo conozco de nada, fíjese si soy inculta), simplemente me hizo gracia su forma de hablar, que parece sacada de un libreto. Es que defiendo a ultranza la naturalidad en la lengua, sobre todo cuando se trata del lenguaje de los medios de comunicación.

Tiene razón, NO A LA VIOLENCIA, pero es que Silvio me parece un fantoche, machista, xenófobo, mafioso, y bla bla. El golpe que le han dado es como una metáfora del puñetazo que le hubiera soltado todo el país entero. Quizá lo mejor hubiese sido que le hubieran tirado un zapato con mala puntería, y ya está.

Bueno, yo me sumo a su deseo navideño: ¡un poquito de por favooooooooooooooor! Yo le deseo una buena bajada por la chimenea, que lo más importante es que los niños sigan ilusionándose,,vaya. Besos. Ya llueve, oeeeee. oeeee

Di Blasino dijo...

Que si llueve... He llegado empapado.
Pero ojo, y aunque sea tarde, le advierto que el desayuno era para Trueno!, que ya luego si quisiera compartirlo sería cosa suya.
Besinos, que ya están ahí las vacaciones y los villancicos saliendo por las orejas.