Fotografía de Don McCullin - ‘Snowy, Cambridge, early 1970s’

jueves, 21 de agosto de 2008

Franco

Me imaginaba que era mi tía Gertru, la que regentaba la carnicería, con ese pelo descuidado y la apariencia de haber dejado tiempo atrás los cuarenta. Todo un carácter. Y si decía que había que comerse la merienda, pues se comía y sin rechistar. Eso me imaginaba. La realidad era que se trataba de una mujerona más joven y de apellido extraño que ganaba un campeonato mundial u olímpico en alguna modalidad de lanzamiento, tras seguir una rigurosa dieta rica en esteroides anabolizantes. El orgullo del Este, esos grises países con himnos verdaderamente hermosos.

(Helena Fibingerová, atleta checoslovaca –de cuando podía decirse así-, medalla de oro en la prueba de lanzamiento de peso en los Mundiales de Helsinki, 1983, y bronce en las Olimpiadas de Montreal, 1976).

Es una de las imágenes que guardo en la retina deportiva de aquellos tiempos. Y no, no puedo olvidarme de Mariano Haro, pequeño y moreno, trotando al fondo.

Las cosas han cambiado algo, tal vez menos de lo que parece. El dopaje se ha empezado a combatir al mismo tiempo que se extendía. El desmelenado orgullo patrio expresado a través del deporte no retrocede, sino que parece proliferar tanto como se van constituyendo nuevos pequeños Estados, esos entes que en realidad no precisan más que una línea imaginaria en un mapa y un equipo olímpico. Y no puedo olvidar que de aquellas siniestras factorías deportivas en el Este, ya desmanteladas, el infame régimen chino parece haber tomado los planos para construir las suyas.

Ya basta, sólo quería hablar de cómo ha cambiado mi tía. Reconozco que en el lanzamiento de jabalina las Gertru siempre fueron más estilizadas pero que recuerde, nunca tanto como la paraguaya Leryn Franco.


(Primera Princesa de Miss Bikini Universo 2006 en su fallida serie de calificación en Pekin 2008).

Los lanzamientos son demasiado cortos y los jueces acuden para la medición a partes vírgenes del campo que nunca visitan. Por no ser una Gertru, Leryn casi ni es atleta. De hecho, creo que ha sido invitada a los Juegos precisamente para maravilla de imbéciles como yo con pocas cosas que hacer en agosto. Sea como fuere, muchas gracias.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ah, "franco" por la de su franqueza al hablar, ¿no? ja ja, menos mal.

¡Yo quiero una cita con Gemma Mengual!

Lenny Zelig dijo...

Pues yo con la australiana Stephanie Rice. ¿Unas tapas en la Villa Olímpica? [Está bien, Stephanie, me tomaré las tuyas].

Daniel Hermosel Murcia dijo...

Hay que ver que dos, las chicas partiéndose el lomo por una medalla y ellos ahí a los suyo... Y es que semos así... (vale, vale, yo me quedo con una jueza china de atletismo que vi de pasada pero que... ains...)

Lenny Zelig dijo...

Tráigase a la jueza al fiestón. Va a ser de campeonato, literalmente.