Llevo unos días –tal vez sean años— en que no estoy para más. Busco bromas que me diviertan y acertijos que me entretengan. Y poco más.
Seguro que es una conclusión exagerada, como suelen ser todas las mías. La cosa es que me he divertido con la última obrita de Eduardo Mendoza, “El asombroso viaje de Pomponio Flato”. Una broma de detectives con el Niño Jesús por medio y un patético precursor del pensamiento científico como entrañable protagonista.
Seguro que es una conclusión exagerada, como suelen ser todas las mías. La cosa es que me he divertido con la última obrita de Eduardo Mendoza, “El asombroso viaje de Pomponio Flato”. Una broma de detectives con el Niño Jesús por medio y un patético precursor del pensamiento científico como entrañable protagonista.
Y también me he divertido con “La habitación de Fermat”, una entretenida peliculita que contiene acertijos. Como éste.
Efectivamente, uno. ¿Cuál?
Y esta mañana he visto televisado buena parte del discurso de José María Aznar en el Congreso que celebra estos días el P.P. No es una broma ni un acertijo. Quería oír lo que el hombre retirado, ya casi un anciano de la tribu, quería echar en cara a su descarriado sucesor. La realización escamoteó lo más interesante desde una perspectiva simplemente humana: la cara de Rajoy durante la reprimenda. Intolerable. He tenido que conformarme con imaginar lo que pasaba por su cabeza.
No, aquello no era una broma ni un acertijo. Así que no sé cómo no estaba haciendo otra cosa. Como recordar bromeando.
Y esta mañana he visto televisado buena parte del discurso de José María Aznar en el Congreso que celebra estos días el P.P. No es una broma ni un acertijo. Quería oír lo que el hombre retirado, ya casi un anciano de la tribu, quería echar en cara a su descarriado sucesor. La realización escamoteó lo más interesante desde una perspectiva simplemente humana: la cara de Rajoy durante la reprimenda. Intolerable. He tenido que conformarme con imaginar lo que pasaba por su cabeza.
No, aquello no era una broma ni un acertijo. Así que no sé cómo no estaba haciendo otra cosa. Como recordar bromeando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario