Cada expediente contiene los retazos de una historia. Generalmente son aburridas pero a veces me atrapan. Entonces levanto la vista de los documentos y la poso en el personaje que surge de ellos. Como aquel retraído militar que, al poco de la muerte de su padre, comenzó a verlo y a hablar con él. Parece que el delirio expresaba la irremidiable pérdida de la segura y ensimismada vida en el campo cuando era joven y ayudaba a su padre en el pastoreo.
Me pregunto qué relación fue capaz de generar tan vivísimo fantasma y qué sucede en la tortuosa mente que visita, y debo cerrar la carpeta casi con un nudo en la garganta.
Con retraso, feliz día del padre.
Me pregunto qué relación fue capaz de generar tan vivísimo fantasma y qué sucede en la tortuosa mente que visita, y debo cerrar la carpeta casi con un nudo en la garganta.
Con retraso, feliz día del padre.
4 comentarios:
Vaya historias debe haber en esas carpetas... Felicidades, claro.
Hay algunas sorpresas, como en realidad las hay en cualquier parte.
Muchas gracias. (Y no olvide ponerse usted también a la tarea, no vaya a ser que sólo la asumamos los más impresentables).
Yo me pondría, pero es algo que no depende de nosotros, jejeje.
Me hago cargo. El despiadado mundo de los negocios (bilaterales).
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