Fotografía de Don McCullin - ‘Snowy, Cambridge, early 1970s’

jueves, 8 de noviembre de 2007

Il Gattopardo

“Un pastelón decadente que ya no resiste el tiempo”. Tiene razón Manuel Vicent en su interesante artículo sobre Giuseppe Tomasi di Lampedusa cuando habla de la película de Visconti.

El que me sigue intrigando es el intérprete. Concretamente el viaje de Burt Lancaster, una estrella de Hollywood, por la melancólica Europa de Visconti, con quien también rodó “Confidencias”, película que recuerdo haber visto con cierto desasosiego en un lejanísimo ciclo.

Tengo la impresión de que Burt Lancaster, a diferencia de alguna de sus películas, no ha caducado.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Leí el libro en los años de universidad y creo que no lo entendí bien (la evocación de la decadencia histórica no es fácilmente digerible en estos tiempos modernos).

Ay, ese guapísimo Burt. Yo la imagen que tengo de él es de una peli de piratas (donde enseñaba su escultual torso a través de la camisa de corsario). Sí, pareciera que el paso del tiempo le fue generoso.

Es viernes, qué alegría. Un beso, Miguel.

Anónimo dijo...

También prefiero mirar al futuro pero me sigue gustando perderme de vez en cuando en ciertos mundos desaparecidos y atrapados en ámbar.
Y sí, Burt fue un buen pirata.
Aún no es domingo. Bien. Feliz abordaje.

Anónimo dijo...

"Mundos atrapados en ámbar", qué bonito sonó eso...

Mal. Ya es domingo. Vengo a desayunar con usted los crispis de chocolate; y también vengo en busca de buena compañía porque los domingos son tan suicídicos que a una le da miedo quedarse a solas en pijama.
Cuando tenga un ratino posteé algo sobre los domingos, por favor. A ver si alguien arroja algo de lucidez sobre esta dramática psicopatía que a muchos nos aqueja.

Un beso. Resista.

Nury dijo...

Una de las pocas películas que no desmerece respecto al libro en el que está basado. Maravillosos ambos.

"Todo debe cambiar para que todo siga igual"

Anónimo dijo...

La verdad es que tenía muy gratas sensaciones de ambas cosas. Pero fue volver a ver hace no mucho la película y encontrarla muy envejecida. No sabría decir del envejecimiento del libro, porque me tengo casi prohibida la relectura (de casi todo).

Ah, y las cosas sólo pueden ser igual en Sicilia, ese extraño rincón del mundo.