Fotografía de Don McCullin - ‘Snowy, Cambridge, early 1970s’

jueves, 9 de julio de 2009

De izquierda a derecha

Llevaba algún tiempo sin prestar atención a esas palabras tan desgastadas por el mal uso, pero reconozco que seguramente conservan más significado de lo que creía. Un artículo de Daniel Innerarity ha colocado en orden esas vagas impresiones que llenan –sólo ellas— mi cabeza:

(...) Por supuesto que ambas [la derecha y la izquierda] aspiran a defender tanto la igualdad como la libertad y que nadie puede pretender el monopolio de ambos valores, pero el énfasis de cada uno explica sus distintas culturas políticas. La diferencia radicaría en que la izquierda, en la medida en que espera mucho de la política, también tiene un mayor potencial de decepción. Por eso el vicio de la izquierda es la melancolía, mientras que el de la derecha es el cinismo.
Esto explicaría sus distintos modos de aprendizaje, lo que probablemente responde a dos modos psicológicos de gestionar la decepción. La izquierda aprende en ciclos largos, en los que una decepción le hunde durante un espacio de tiempo prolongado y no consigue recuperarse si no es a través de una cierta revisión doctrinal; la derecha tiene más incorporada la flexibilidad y es menos doctrinaria, más ecléctica, incorporando con mayor agilidad elementos de otras tradiciones políticas.
Por eso la izquierda sólo puede ganar si hay un clima en el que las ideas jueguen un papel importante y hay un alto nivel de exigencias que se dirijan a la política. Cuando estas cosas faltan, cuando no hay ideas en general y las aspiraciones de la ciudadanía en relación con la política son planas, la derecha es la preferida por los votantes (...).


El ángulo me parece adecuado: como la virtud no es la regla en los humanos, a la hora de definir posiciones políticas no hay nada mejor que prestar atención a los defectos de cada una. Así se las reconoce más fácilmente. Y el substrato psicológico de la orientación política -en realidad, de casi todo- me resulta cada vez más evidente.

Melancolía frente a cinismo. Ajá, eso parece. O histéricos aspavientos al más mínimo hedor de la realidad frente a plena adaptación a la mierda.

Fijarse en los defectos ayuda a explicar en parte ciertos fenómenos, como el de la frecuente evolución política desde posiciones de izquierda hacia otras más conservadoras. (Sé que no soy preciso pero se me entiende). Considerando los respectivos defectos y el hecho de que la mierda del mundo siempre está ahí, rebosando, es más comprensible querer dejar de ser de izquierdas que lo contrario. Cuestión de hartazgo y supervivencia.

Conozco bien mis defectos y no tengo por ello ninguna duda. Soy un izquierdoso condenado a querer dejar de serlo. De momento, sin éxito.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

La izquierda quiere un mundo mejor para todos; y la derecha, lo mejor del mundo para sólo unos pocos. Lo mismo peco de simplista, pero así lo pienso.

Y pregunta para el amante de la Política (me refiero a usted): ¿cree que es cierto que no existen cantautores de la derecha, o es leyenda urbana?

Cambio, y corto, camarada

Di Blasino dijo...

Perdóneme, he estado fuera.
Y no sé, no sé. Sí creo que no son necesariamente los mismos quienes desean un mundo mejor y quienes logran mejorarlo. Ya ve que rebajo la expectativas de los simples buenos deseos, pero sí creo que es conveniente hacer un esfuerzo serio y constante por pensar (de modo flexible y abierto) en un mundo mejor para todos.

La pregunta de lo cantautores tiene trampa. Si partimos de que cantautor = canción protesta = cantante de izquierdas, no hay modo de encajar en la categoría a nuestro querido Perales.

Un beso.

Daniel Hermosel Murcia dijo...

Ains, y el viejo vicio de particionarlo todo, as ser posible en dos, que no decaiga. ¿No sería mejor coger lo peor digo lo mejor de cada casa?
Cantautores de derechas háilos, son aquellos que van de cantautor pero por menos de 300€ no les vistes ni para ir a la piscina, gastan más en gomina que en púas y tienen estribillos del tipo nara nara ná nara ná nara (conocí varios en un concursillo...)

Anónimo dijo...

A DI BLASINO: naaaaaaaaaaa, Perales es "cantante de canción melódica". Por cierto, que hace poco me enteré de que su "¿y quién es él?" no está dedicada a su esposa, ¡sino a su hija! Y yo pensando que mi papi era mega-súper-protector con sus cincos hijas, ¡caray!


A DANI: pues tienes razón, pero clasificar (sobre todo en dos), es de humanos, jua jua. Y cantautores de derechas, haberlos háilos, pero seguro que no protestan por nada de nada. Quiero nombres.


Y un besazo para mis dos morenos. Yo aquí, adiestrando a una perrita que se cree una culebra. Cambio y corto

Di Zeligno dijo...

Daniel: esas categorías políticas son inestables y muy matizables, pero tengo claro que siempre hay momentos (de frecuencia variable) en que se hacen evidentes y adquieren importancia. Son viejas pero no son completamente inservibles, sobre todo si no se usan en forma de salibazo al diferente.

Aviadora: José Luis y su guitarra también tenían motivos de protesta.
http://www.youtube.com/watch?v=QGxRDA8MFNY
Propuesta de definición: Cantautor = la cosa es quejarse, por una cosa o por otra.

Daniel Hermosel Murcia dijo...

Sí, me temo que al final el etiquetado sirve más de arma que de otra cosa

Ál dijo...

Quizás esa esa el asunto en el que se está de acuerdo los de un lado y los de otro, dos son suficientes para repartirse el pastel, que no deberían ni probar, sólo gestionar.

mi fe (buen funcionamiento) en la política precisa de:
1.- Listas abiertas en los partidos y que el votante elija a quién quiere votar particularmente.
2.- Cada diputado vote en conciencia, no tiene sentido lo de la dictadura de partido en un partid ¿democrático?.
3.- Cada español un voto de igual valor, nada de ley de d'hondl. A cuantos votos emitidos/ nº de escaños = pues cuantos votos hacen un escaño... ojo los voots an blanco cuentan, ya que son válidos, si hay suficientes para hacer un escaño, pues se quedan con una silla vacía nuestros diputados...


cantautor de derechas...hummm:
http://www.youtube.com/watch?v=NI-SMd4otgY