Ya lo he sugerido antes. Los abogados estamos acostumbrados a que el cliente empiece estrechándonos la mano y termine tumbado en un diván que uno juraría que no estaba ahí. A veces terminamos poniéndonos también cómodos.
Tanto tratamiento extralegal acaba cansando. Pero podría ser peor. Una de las ventajas de ser un abogado poco especializado es que puedo alegrarme de no ser uno matrimonialista. Si lo fuera, tendría que tratar a diario con clientes que se encuentran muy probablemente en el momento más imbécil de su vida. Ahora solo me sucede a veces.
Perdón, es un simple y necesario desahogo. Voy a intentar relajarme escuchando un vals japonés con delicioso sabor a cine.
Buenas noches, Miguelino, ¿bailas?
Tanto tratamiento extralegal acaba cansando. Pero podría ser peor. Una de las ventajas de ser un abogado poco especializado es que puedo alegrarme de no ser uno matrimonialista. Si lo fuera, tendría que tratar a diario con clientes que se encuentran muy probablemente en el momento más imbécil de su vida. Ahora solo me sucede a veces.
Perdón, es un simple y necesario desahogo. Voy a intentar relajarme escuchando un vals japonés con delicioso sabor a cine.
Buenas noches, Miguelino, ¿bailas?
*(Akiru: en japonés, harto, cansado).
2 comentarios:
Menudo descubrimiento, gracias. ¿Soy yo o tiene un toque Elfman?
Nada, ya se pasará la jartera.
(Suerte)
¿Elfman? He tenido que consultarlo para descubrir que es vergonzoso que haya tenido que consultarlo. Así que soy yo el que agradece el descubrimiento.
Trataré de relajarme, sí. Gracias.
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