Fotografía de Don McCullin - ‘Snowy, Cambridge, early 1970s’

sábado, 10 de octubre de 2009

Es una lata (la necrología)

Andaba dándole vueltas a varias cosas, tratando inútilmente de formarme una opinión sobre cualquiera de ellas cuando me enteré. Luis Aguilé ha muerto. Ha pasado el número suficiente de horas para que ya casi no sea noticia. Tampoco lo es que durante un tiempo "Aguilé" fuera mi apodo. Así lo decidió aquel tipo misterioso que los imponía. Recuerdo que los motes solían explicarse por sí mismos, pero nunca llegué a entender el mío. Tampoco lo pregunté. Tal vez temía la respuesta.

Me ha apenado la muerte de mi alias. Aunque nunca le perdonaré sus corbatas, cantaba verdades como puños, algo mucho más difícil de lo que parece.



Descanse en paz.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ah, ¿en serio? naaaaaa, ¡qué gracioso, por favor.
Consuélese, que mis alumnos me llaman la teniente O´Neil.

Motes, motes, bah, ¿quién no los necesita?

Lenny Zelig dijo...

No se ría del asunto, teniente. No me hace ni pizca de gracia que sean las 9:30 horas y ya no pueda parar de cantar la dichosa cancioncilla.
Aparte de eso, gracias a dios, todo bien.